[Título historia]

[Aguila Imperial]

     La Legión Navla es un Capítulo del Adeptus Astartes, que pertenece a la penúltima Fundación. Tiene situada su base en un pequeño planeta llamado Navlarius, del cuál ha tomado su nombre, situado en el sistema Templarius. Este sistema es un enclave estratégico, localizado en la corona exterior, cerca de la frontera entre el Segmentum Tempestus y el Segmentum Última, a medio camino entre Ultramar y la base de la Flota Imperial emplazada en Bakka.


[El sistema Templaruis en la galaxia]

 
[Subtitulo]

 
     En los años previos al asalto de Ultramar por parte de la flota enjambre Behemoth, el Mando Imperial del Segmentum Tempestus, preocupado por la seguridad de las rutas comerciales con otros sectores del Imperio y la protección de sus fronteras, elaboró un informe para el Adeptus Terra, en el que se informaba de la necesidad de reforzar las unidades imperiales desplegadas en las fronteras y en los enclaves más importantes. Atendiendo a las peticiones del informe, el Adeptus Terra ordenó la construcción de nuevas bases, la formación de numerosas unidades y el reclutamiento de miles de nuevos regimientos de la Guardia Imperial. Uno de los sistemas escogidos para desplegar las nuevas tropas fue Templarius, ya que era uno de los sistemas planetarios más importantes del Imperio en el sector fronterizo del Segmentum.

     Situado en el cuadrante Alpha-Declarium, en la frontera con el Segmentum Última, el sistema Templarius posee algunos de los centros industriales y de investigación más importantes del Imperio. Alrededor de sus dos soles gemelos, Templarius I y II, describen su órbita los 11 planetas que componen el sistema. Los cuatro más próximos a los soles tienen sus superficies completamente abrasadas por las radiaciones solares y sólo albergan pequeños centros mineros. Los siguientes seis planetas están densamente poblados y, a excepción de Nipplaer, tienen sus superficies cubiertas por extensas granjas y centros de producción agrícola. Nipplaer, donde tiene su sede el Gobernador Imperial, por contra, es un planeta industrial en donde están ubicadas las instalaciones de algunos de los centros industriales y de investigación más grandes del Adeptus Mechanicus. Además esconde en sus inaccesibles cordilleras del casquete polar del Norte una base secreta del Ordo Malleus, desde la cuál La Inquisición controla y supervisa en la sombra los centros de desarrollo bio-tecnológico de Nipplaer. También dispone de una importante base para la flota de guerra Imperial, con grandes astilleros. El último planeta tiene una superficie rocosa y apenas tiene vida, y es conocido como Navlarius, que fue durante milenios una base avanzada del Adeptus Explorator.

     Tales concentraciones de recursos humanos y materiales no pasaron desapercibidas para el Adeptus Terra, que rápidamente puso en marcha los preparativos para reforzar las defensas del sistema. La decisión más importante fue la de destinar al sistema Templarius uno de los nuevos Capítulos del Adeptus Astartes, cuya constitución y organización había sido ordenada algunos años antes. Estas legiones iban a ser creadas con los modelos genéticos de los Capítulos con mayor estabilidad en la evolución de sus implantes genéticos, para evitar las irregularidades que habían afectado a algunos Capítulos de anteriores fundaciones, llegando en alguno de los casos a su destrucción por la imposibilidad de entrenar nuevos reclutas, o por haber sido excomulgados por orden directa de La Inquisición.

  Nosotros somos el puño y la espada del Emperador.  
  Que nuestros golpes y estocadas se dejen sentir.

     El nuevo Capítulo, destinado al sistema Templarius, se formó con la base genética de los Templarios Negros. Un oficial del Capítulo de los Templarios Negros junto con varias escuadras fueron embarcados hacia el sistema Templarius, para vertebrar el embrión de la nueva legión del Adeptus Astartes. La base del nuevo Capítulo empezó a construirse en el pequeño planeta Navlarius. Gracias a las importantes instalaciones industriales y tecnológicas del sistema pudieron completarse en pocos años los reductos defensivos, alojamientos, búnkers subterráneos y astropuerto de la futura base. Aun más importante fue la construcción de un importante centro de entrenamiento e implantación para los nuevos reclutas, con la más avanzada tecnología, que facilitaría la incorporación de nuevos Marines al Capítulo. Con el fin de evitar posibles alteraciones en el desarrollo de la estructura genética de la nueva legión, se observaron escrupulosamente los tiempos necesarios para la realización de todos los implantes genéticos en los nuevos reclutas, conservando en su máxima pureza la semilla genética asignada al nuevo Capítulo. Pero el gran logro de las bastas instalaciones fue el de posibilitar el desarrollo de las diferentes fases de implantación, desarrollo y entrenamiento de diferentes grupos de nuevos reclutas simultáneamente, con lo que se podía lograr un ritmo de reclutamiento muy superior al de otros Capítulos. Una vez formada la legión y comenzado el proceso de entrenamiento de los primeros reclutas, se decidió que ésta tomase como nombre Legión Navla, en homenaje a los miembros del Adeptus Explorator que desde su base en Navlarius, habían servido tan lealmente al Emperador a lo largo de milenios.

[Reclusorium]    El Emperador nos guía,
   ¡ alabado sea !

   Marchamos decididos al combate
   para luchar en su nombre.

   El Emperador es nuestra luz,
   ¡ alabado sea !

 

El Emperador nos protege,
¡ alabado sea !

Vivimos para luchar por Él
y morimos luchando por Él.

Gloria al Emperador eterno,
¡ alabado sea ! 

Oración de guerra del Capítulo


 

     En cuanto los primeros reclutas terminaron su larga etapa de entrenamiento, comenzaron a llegar a la base los primeros cargamentos de armas y equipo para los nuevos Marines. Las grandes fábricas de Nipplaer suministraron todo el material necesario, y sus astilleros comenzaron a construir las astronaves que debían llevar a las tropas de la Legión Navla a cualquier rincón del Imperio. Además, se terminaron los talleres e instalaciones de la base de Navlarius que permitirían al nuevo Capítulo producir y mantener su propio equipo. Tras terminar el entrenamiento de los primeros reclutas, los Marines del Capítulo de Los Templarios Negros partieron de regreso a su base. Con el paso de los años el flujo de nuevos Marines permitió empezar la organización de los primeros destacamentos y compañías de la Legión Navla del Adeptus Astartes. Al mismo tiempo, las nuevas naves de guerra fueron desplegándose en la órbita del planeta mientras se completaba el adiestramiento de sus tripulaciones.

     La legión tomó el color negro en sus servoarmaduras, para honrar las cenizas de los caídos en defensa del Emperador de la humanidad en tiempos pasados. Y motivos rojos para representar el juramento de sangre de lealtad al Emperador, que cada nuevo recluta debía hacer ante sus nuevos hermanos de batalla antes de ser aceptado en su unidad. Para evitar que nada pudiese perturbar la inquebrantable fe en el benevolente Emperador de los nuevos Marines, al terminar el largo proceso de implantación genética, adoctrinamiento y el riguroso entrenamiento psico-físico, todos los Aspirantes se sometían a un durísimo psico-judgatio por parte de los Apotecarios y Capellanes del Capítulo, para demostrar su pureza de espíritu y su más absoluta lealtad al Emperador, por encima de cualquier otra persona o causa. Superada esta última prueba, el nuevo recluta pasaba a engrosar las escuadras de Exploradores, hasta obtener los méritos suficientes para ser digno portador de la servoarmadura de los Marines Espaciales. Estos eran los hombres sobre los que debía apoyarse la defensa a ultranza del Imperio de la Humanidad, no había dudas, ni miedo, solamente un inquebrantable deseo de servir lealmente al más grande ser humano de todos los tiempos, el Emperador.

     Al ser un Capítulo de nueva creación, era de esperar que su organización se estableciese siguiendo las sagradas enseñanzas dispuestas en el Codex Astartes. Sin embargo, por motivos desconocidos su despliegue fue tutelado en secreto por miembros de alto rango de La Inquisición, sin que se observase ninguna disposición encaminada a vertebrar una organización similar a la dictada por el Codex. En un principio, las primeras escuadras fueron agrupadas para formar los núcleos de las futuras compañías que formarían la Legión Navla. Todo el proceso de constitución del nuevo Capítulo se desarrollaba dentro de los parámetros esperados, pero con la activación de las nuevas unidades y su participación en los primeros combates, llegaron los acontecimientos que condicionaron tanto la estructura del Capítulo como su estrategia de combate. El devenir de los acontecimientos dejó su huella en el nuevo Capítulo, y esta impronta quedó marcada en la forma de combatir de los Marines de la Legión Navla...

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 
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